💬 “Viaje de Golf con Amigos: Terapia Obligatoria” #012
Entre swings, risas y confesiones post ronda, sucede algo que ningún psicólogo puede replicar. Este es un homenaje a los viajes de golf con tus amigos. Y una invitación urgente.
Acabo de regresar del mejor viaje de golf de mi vida.
Así, sin rodeos. Casi dos semanas completas en Escocia, la cuna del golf, y siete días intensos con mi manada de Golf Sapiens, jugando siete campos en siete días.
Una locura. Una belleza. Una experiencia que me dejó marcado para siempre.
Y no solo por los campos (que ya te contaré con calma), sino por algo mucho más importante: la convivencia, la hermandad, la terapia que se da cuando escapas con tus amigos a jugar golf, a competir, a decir barbaridades, a reírte hasta que duela la panza.
Porque la vida cambia.
Casi sin darnos cuenta, lo que antes era común —una salida de fin de semana, una despedida de soltero, un viajecito improvisado— se va volviendo un lujo.
Las parejas, las familias, el trabajo, los niños, los permisos, las rutinas… todo se empieza a acumular. Y en ese nuevo orden, lo primero que se sacrifica es el tiempo entre amigos.
Pero aquí está el secreto: el viaje de golf con amigos no se puede perder. (o en la mayoría de los casos nunca es tarde para fundar la tradición)
De hecho, debería ser obligatorio. Una vez al año, como mínimo. Porque no solo es divertido:
es una recarga emocional brutal. Es una válvula de escape. Es la excusa perfecta para volver a conectar contigo, con tu juego y con tu gente.
Siete días. Siete campos.
Siete formas de entender por qué el golf es mucho más que un deporte.
Empezamos el viaje en Edimburgo donde esta el aeropuerto internacional de escocia y es actualmente mi ciudad favorita de europa, Edimburgo tiene sabor tiene magia, se siente la historia pero en un ambiente juvenil, moderno y cosmopolita, camine mas de 40 kilómetros acumulados por la ciudad y no hay zonas feas ni que te hagan sentir incomodo. Ahi dormimos 3 noches y jugamos los campos cercanos de nuestra agenda y de ahi nos fuimos a St Andrews para seguir el recorrido.
La ruta fue esta:
🏌️ Dumbarnie Links
🌪️ Gullane No.1
🏰 North Berwick
🔥 Carnoustie
🎨 Kingsbarns
🧭 New Course (St Andrews)
🕊️ Old Course (St Andrews)
Dumbarnie fue el comienzo perfecto.
Un links joven, pero con carácter. Paisajes abiertos, vistas espectaculares, y una distribución de hoyos que te hace sentir que arrancaste el viaje con todo. Un campo pensado para disfrutar, atacar y también para equivocarte. El arranque ideal para una semana intensa.
Gullane No.1 fue una sorpresa absoluta.
No esperaba tanto y me dio muchísimo. Tuvimos mucho viento, lo cual hizo la ronda increíblemente divertida. El campo cambia por completo con el clima, y nos tocó el Gullane más salvaje y entretenido viéndonos obligados a jugar tiros que no estamos acostumbrados.
Y aquí viene el detalle especial: nos trataron como miembros del club.
Acceso a la casa club privada, descuentos por ser Golf Sapiens, y una hospitalidad que nos hizo sentir en casa.
Shout out al manager de Gullane, que se rifó.
North Berwick fue mi favorito.
Por historia, por personalidad, por alma.
Es un campo pequeño, antiguo, puesto donde cabía. Hay muros que cruzan las calles, muros que llevan siglos más que el propio campo.
Cada hoyo tiene un encanto particular, cada green es distinto, y todo te recuerda que el golf se inventó para jugarse en lugares como este.
North Berwick tiene eso que no se diseña: tiene alma.
Carnoustie fue un reto absoluto.
CarNasty como se le dice en el slang golfistico cumple muy bien a su apodo, las cosas se ponen nasty muy facilmente.
Condiciones perfectas. Fairways rápidos, greens impecables, y uno de los cierres más duros del golf mundial.
No es un campo para selfies, es un campo para sobrevivirlo, para mantener la cabeza fría y jugar con inteligencia. Y aun así, cuando terminas, quieres volver a intentarlo.
Kingsbarns una obra de arte.
Es un links americano. Diseñado a mano para que todo sea bonito, dramático, emocionante. Vistas al mar todo el tiempo, hoyos visuales, bunkers de postal.
Aquí se viene a disfrutar. Un resort estilo USA en Escocia, Kingsbarns. Una joya moderna que respeta la tradición, pero la embellece con todo lo que representa el golf bien hecho.
El New Course y el Old Course se miden aparte.
Porque no son solo campos. Son tierra santa. Estás jugando en St Andrews.
Cada paso, cada swing, cada mirada tiene historia.
El New es todo menos “nuevo”, tiene más de 100 años, y es un desafío técnico más sutil de lo que parece.
Es un campo muy difícil de reservar por que mas bien esta hecho para que todos lo puedan jugar, casi siempre podrás llegar al starter y conseguir una salida.
El Old, por otro lado… bueno. Es el Old Course.
La vieja señora como algunos lo conocen tiene tanto que es imposible absorberlo en solo una ronda, es un sitio al que ir obligatoriamente y al cual hay que volver.
Jugar ahí es un privilegio. Es pisar donde pisaron Seve, Tiger, Jack, Bobby Jones.
Es algo que todo golfista merece vivir al menos una vez.
Pero aquí va lo importante:
Este viaje no fue especial solo por los campos.
Fue especial por las personas.
Las risas, los tragos, las apuestas, los tiros malos, los buenos, las burlas, las confesiones.
Esa terapia colectiva que sucede sin querer, mientras caminas por el fairway o compartes una cerveza después de la ronda.
Esa sensación de pertenencia. De ser parte de algo.
De ser, por unos días, exactamente quien quieres ser.
Todos deberían vivir esto, es el climax de jugar golf con amigos.
Y no me importa si vas a Escocia o a un campo a 40 minutos de tu ciudad.
No importa si juegas en links legendarios o en un campo con greenes pelones. Lo que importa es que juegues y viajes con tus amigos.
Que tengas una competencia, una copa, un ranking interno.
Que eso te empuje a practicar. Que eso te motive a salir al campo aunque sea una vez más por semana.
Que te conviertas, sin darte cuenta, en un mejor golfista solo porque no quieres quedar en ridículo frente a tu banda. Que te armes de valor y exijas en tu casa o en tu trabajo este momento anual para ti con los tuyos.
El viaje de golf entre amigos es mucho más que golf.
Es una válvula de escape.
Es una sesión intensiva de psicología.
Es ponerte al tanto de las vidas de los demás: los retos, los triunfos, los fracasos.
Es volver a ser tú con los tuyos. A secas.
En Golf Sapiens Viajes te ayudamos a organizar el tuyo.
No importa si es Escocia, España, México o donde sea que esté tu grupo.
Nosotros nos encargamos del resto: el plan, la logística, los campos, las reservaciones, las ideas, el formato de torneo.
Tú solo trae las ganas, los palos y a tu manada.
Green es Green
Pablo
No tengo duda que es una experiencia que hay que vivir . La descripción del viaje y el compartir sus vivencias es motivador.